A lo largo de la
historia de la humanidad, la práctica filosófica ha proporcionado respuestas a
las grandes preguntas que se ha planteado la humanidad. Preguntas sobre el
origen y necesidad de la vida. El sentido de la existencia o la racionalidad o
irracionalidad del mundo han acompañado siempre al ser humano y, en ocasiones,
la filosofía ha proporcionado respuestas y argumentaciones que aún siguen
utilizándose incluso en la vida cotidiana.
Por tanto, los
primeros filósofos fueron hombres que iniciaron un modo original, nuevo, de
explicación del mundo que les rodeaba y de sí mismos. Estos hombres, llamados
sabios, entienden que no es el capricho de los dioses lo que marca el devenir,
sino las leyes de la Naturaleza.
Se puede afirmar
que en la modernidad se sigue manteniendo una concepción dualista del hombre,
en el que se dan cita dos esencias distintas: la natural y la racional. El
hombre tras los avances de la ciencia es considerado como un ser sometido a los
mismos procesos causales que el resto de los seres, pero a la vez es el único
que es libre. Su cuerpo pertenecerá al reino natural, mientras que la mente lo
hará al de la libertad. Así, la Ciencia y la Ética serán los dos saberes
fundamentales. Esta nueva visión habría sido imposible sin la Revolución
científica.
El humano
llamado también homo sapiens es una especie de vida con capacidades
intelectuales que le confieren estar en la altura de la pirámide de todas las
formas de vida conocidas, ya que esta capacidad intelectual le ha permitido
desarrollar su nivel de vida (lenguaje, escritura, tecnologías, invenciones,
medicina, etc.).
El humano
también por medio de esa capacidad conocida como reflexión ha logrado liberarse
de la necesidad de vivir del mito y de la religión por medio del logos y sapiens.
La edad antigua
fue la que provoco la admiración y despertó el interés del humano por conocer
la naturaleza, pero el crecimiento de las ciudades y el auge del comercio en
Grecia abrió un enfoque a conocer y reflexionar sobre la ciudad, entonces se
abandono el asombro por la naturaleza y se enfoco en las ciudades. El
renacimiento fue la entrada a la edad moderna la que se le atribuye una
filosofía humanista en donde el hombre racionaliza y vuelve a estudiar la
naturaleza. Durante esta época se abandona la edad medieval conocida por ser
teológica la filosofía, el hombre pierde el interés por lo teocéntrico y
explora el humanismo. La edad moderna permite que el humano revolucione la
forma política se abra paso al capitalismo exigiendo los derechos humanos basados
en la libertad, igualdad y fraternidad para todos.
La edad
contemporánea se caracteriza en esta etapa al humano como un ser autónomo y
libre, mayormente ateo. En la edad contemporánea se cataloga a la religión como
la venda que ha sido removida y de un Dios que ha muerto, el humano como un
superhombre que forjara su destino siendo un ser practico, social e histórico
capaz de crear ideologías y de oprimir a los demás con estas ideas.
¿La realidad de
un Dios o un superhombre estará fuera de las capacidades humanas?, esa es la
pregunta que aun no conocemos su respuesta
Por tanto, para
responder a las cuestiones “qué soy” y “quién soy” es necesario atender a dos
dimensiones del ser humano: la que denominamos cuerpo, y otra que a lo largo de
la historia se ha ido caracterizando como alma, espíritu o mente.
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